La cera es quizá el método más tradicional para depilarse el vello del cuerpo y la cara. Hablamos tanto de bandas depilatorias que incorporan la cera (método en frío), como de cera derretida como la que se usa en los centros estéticos.
La ventaja de este método tradicional es que es rápido y duradero, ya que consigue arrancar el vello de raíz. Como contrapartida, se considera un método agresivo y que puede estropear con el paso del tiempo la delicada piel del contorno de la boca. Además, siempre debemos considerar el riesgo de provocar quemaduras cuando no estamos en manos de profesionales.